Desodorante Natural Hecho En Casa

Hace ya varios años que vengo experimentando con hacer mis propios desodorantes en casa. Dejaré los motivos por los que no use desodorantes comunes ni antiperspirantes para otro post, pero por mientras quiero compartir aquí la receta del desodorante que uso ahora y que me encanta.

En Febrero fui a una conferencia de blogueras Latinas en Los Ángeles, y conocí a Alejandra Graf, creadora del blog de cocina mexicana vegana Piloncillo & Vainilla. Hicimos click desde la primera conversación, ya que descubrimos rápidamente que teníamos muchísimo en común. Ella no sólo es vegana y apasionada de todo lo relacionado a la nutrición, sino que también vive un estilo de vida completamente natural y saludable como yo.

No sé cómo diablos terminamos hablando de desodorantes al poco rato de empezar a conversar, pero sea como sea, apenas me contó de su preparación “especial” le pedí la receta. A los pocos días me la mandó por email, advirtiéndome que le debía dar tiempo para que funcione. En otras palabras, advirtiéndome que iba a oler mal por unos días. Y tenía razón. El desodorante no me funcionó durante casi todo el primer mes, pero nada que no se pudiera solucionar dándome una ducha extra al día. A pesar de no ver (o mejor dicho, oler) el resultado que esperaba, seguí aplicándomelo, esperando que Ale tuviera razón. Y de pronto, sin darme cuenta en qué momento, empezó a funcionar de las mil maravillas. Cada cuerpo es distinto, así que si lo pruebas quizá a ti te tome menos tiempo que a mí.

Usar este desodorante ayudará a que huelas bien siempre, pero no a que dejes de sudar. Pero si eres loca del antiperspirante tengo noticias para ti: sudar es buenísimo para la salud! Nuestros cuerpos están hechos para enfriárse cuando están demasiado calientes, y para botar toxinas, a través del sudor. Impedir que este proceso natural fluya es ir contra la naturaleza, y hacerte un gran daño. En el peor de los casos, si de verdad no aguantas sudar para nada y es pleno verano, puedes llevar una camisa extra en la cartera, y listo! Ves que todo tiene solución?

Lo que más me gusta de esta receta es el delicioso olor a lavanda, que además es muy relajante (Alejandra me recomendó usar aceite de hierbabuena o menta, pero puedes experimentar con distintos olores así como lo hice yo). También me gusta la consistencia cremosa, que hace que la aplicación sea muy fácil. Sólo debes remojar el dedo en la crema, y luego frotarla contra la piel de tus axilas.

Notas:

*Después de aplicarte el desodorante, te recomiendo que esperes a que se seque antes de ponerte la ropa. Aunque si estás en un apuro y no puedes esperar tampoco es el fin del mundo.

*Si hace calor en tu casa, el desodorante será más líquido, y tal vez se acumule un poco de aceite encima de la crema. Para solucionar esto, mézclalo con un cuchillo o cuchara antes de usarlo.